Esa pasión desenfrenada con la que buscaste alguien así. Alguien que te admirara, que te valorara, que te tuviera siempre en mente. Querías a alguien para quien siempre fueses la primera opción, el primer nombre que aparecería en su cabeza. Querías un idólatra, una persona que te tratara como a un dios, que siempre estuviera para vos incondicionalmente. Más que nada buscabas lealtad. Una persona leal según tu definición nunca dejaría que alguien hablara mal de vos a tus espaldas, y aún aunque vos estuvieras presente ésa persona te defendería a muerte si era necesario. Porque así es la lealtad, el honor.
¿Pero ahora qué pasa? Claro, te das cuenta. La persiana que separaba tu mundo imaginario de la realidad cayó. Ya está, caíste a tierra y la verdad te golpeó la cara peor que nunca.
Nadie es tan leal, nadie te adora demasiado, nadie te admira de ésa manera. Nadie puede amarte tanto. No, eso queda para las películas, las series, los libros. Eso queda para las doncellas en apuros. O en todo caso para esas mujeres que tienen una belleza particular que supo enamorar a un príncipe azul.
El honor. El honor es para los caballeros. El honor es defender tus ideales hasta el fin, sin importar que tan lejos quede ese final. El honor es lo que hace al verdadero hombre. Los códigos lo llaman en el barrio. El honor se constituye básicamente por lealtad.
La persona leal es así, es de fierro, esta en las buenas, en las malas, en las peores.
A la persona leal no le importa si el día anterior la cagaste a putedas, o le revoleaste una maceta por la cabeza. La persona leal es incondicional porque sólo con verte se le iluminan las horas, los días.
Porque no importa el donde o el cuando, incluso podría decir que tampoco importa el porqué. Esa persona está porque su corazón lo dicta. Porque hay algo muy adentro suyo que lo une a vos. Algo más parecido a una soga que a una palabra. Algo que no lo deja seguir en caso de emergencia. Pero ésa soga no se puede romper, no se puede ver, a veces ésa persona no tiene ni conciencia de su existencia. Sólo es un incómodo sentimiento que la invade, es cómo un sentimiento de pertenencia. Sí, cuando ésa persona está con vos siente que está en el lugar donde tiene que estar.
Pero no, no encontraste a alguien así. Porque en la vida real te haces a las cagadas. A los golpes y los porrazos. Te pasan por arriba, por abajo, por el costado. Te basurean arbitrariamente. Y vos como un gil le pones el pecho a todo porque crees que tenés gente leal que te respalda. Pero no, sos vos y el mundo. Él, imponente, desafiante, hasta te podría decir que soberbio, y vos. Inseguro, un poco boludo, pero bueno. Sí, sos bueno, y eso es lo que te cagó la vida, confiar en que había alguien más para vos.
Pero dale no seas imbécil, si en la vida no estuviéramos solos todo sería mucho mas fácil, como una evaluación con las respuestas abajo.
All you've ever wanted
Was someone to truly look up to you
And six feet under water, I do
¿Pero ahora qué pasa? Claro, te das cuenta. La persiana que separaba tu mundo imaginario de la realidad cayó. Ya está, caíste a tierra y la verdad te golpeó la cara peor que nunca.
Nadie es tan leal, nadie te adora demasiado, nadie te admira de ésa manera. Nadie puede amarte tanto. No, eso queda para las películas, las series, los libros. Eso queda para las doncellas en apuros. O en todo caso para esas mujeres que tienen una belleza particular que supo enamorar a un príncipe azul.
El honor. El honor es para los caballeros. El honor es defender tus ideales hasta el fin, sin importar que tan lejos quede ese final. El honor es lo que hace al verdadero hombre. Los códigos lo llaman en el barrio. El honor se constituye básicamente por lealtad.
La persona leal es así, es de fierro, esta en las buenas, en las malas, en las peores.
A la persona leal no le importa si el día anterior la cagaste a putedas, o le revoleaste una maceta por la cabeza. La persona leal es incondicional porque sólo con verte se le iluminan las horas, los días.
Porque no importa el donde o el cuando, incluso podría decir que tampoco importa el porqué. Esa persona está porque su corazón lo dicta. Porque hay algo muy adentro suyo que lo une a vos. Algo más parecido a una soga que a una palabra. Algo que no lo deja seguir en caso de emergencia. Pero ésa soga no se puede romper, no se puede ver, a veces ésa persona no tiene ni conciencia de su existencia. Sólo es un incómodo sentimiento que la invade, es cómo un sentimiento de pertenencia. Sí, cuando ésa persona está con vos siente que está en el lugar donde tiene que estar.
Pero no, no encontraste a alguien así. Porque en la vida real te haces a las cagadas. A los golpes y los porrazos. Te pasan por arriba, por abajo, por el costado. Te basurean arbitrariamente. Y vos como un gil le pones el pecho a todo porque crees que tenés gente leal que te respalda. Pero no, sos vos y el mundo. Él, imponente, desafiante, hasta te podría decir que soberbio, y vos. Inseguro, un poco boludo, pero bueno. Sí, sos bueno, y eso es lo que te cagó la vida, confiar en que había alguien más para vos.
Pero dale no seas imbécil, si en la vida no estuviéramos solos todo sería mucho mas fácil, como una evaluación con las respuestas abajo.
All you've ever wanted
Was someone to truly look up to you
And six feet under water, I do
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