Ya había puesto la mesa. Gadiel estaba tirado literalmente sobre el sillón, exactamente igual que como lo había dejado unos minutos antes. Sonó el timbre.
- ¡Javi!
- Llegué- Saludó mi primo sonriente.
- Hola ¿Cómo estas? Soy Gadiel- Saludó Gale que se acababa de levantar del sillón con mucho esfuerzo.
- Hola, Javier, el primo de Dana- Contestó mi primo mientras estrechaba la mano que mi ex novio le había tendido.
El momento era incómodo. No había mentido en el sentido de que mi primo era pacífico, pero había “olvidado” comentar el hecho de que era muy sobreprotector con sus seres queridos. Podría jurar que ese apretón de manos había sido más apretado de lo normal.
Después de unos minutos en los que Gale y Javier no había hecho mas que mirarse entre sí y sonreír, decidí hacernos un favor a los tres y trate de cortar el hielo.
- ¿Vamos yendo para la mesa?
- Sí dale.
- ¿Pongo la mesa?- Preguntó Gale.
- No, ya la puse antes. Ahí llegó la pizza.
- Agarrá plata de mi billetera, está en el bolsillo derecho de la campera.
- Ahora agarro- Le contesté. Esta vez pagaba yo. Está bien, no era ético aprovecharse de los lisiados, pero ésta era mi oportunidad.
Estuve bastante tiempo con el chico de la pizza porque no había traído cambio y yo le pagué con un billete muy grande, así que dio vueltas por todos los comercios de la ciudad buscando alguien que le cambiara el billete.
- Listo- Dije mientras apoyaba las cajas sobre la mesa y ellos que apenas habían notado mi presencia pararon de hablar instantáneamente- ¿Vi que estaban entretenidos en una charla, de qué hablaban?- El brillo en los ojos de mi primo daba miedo.
- De nada, yo que se- Respondió uno.
- De todo- Respondió el otro.
- Dale, cuéntenme.
- De música- Respondieron al unísono.
- ¿Ah, sí?- Pregunté incrédula- ¿Qué banda?
- Black Sabbath- Respondieron una vez más al mismo tiempo. Se miraron sin poder creer que hubieran respondido lo mismo y Gadiel emitió una carcajada sonora mientras mi primo le golpeaba el hombro. Nunca iba a poder entenderlo ¿Cómo hacía para caerle bien a todo el mundo? Una personalidad magnética hubiera respondido mi madre.
Comimos. Como era de esperar solo pararon de hablar mientras comían, o mejor dicho, devoraban las pizzas.
- ¿Mejor álbum de Zeppelin?
- Todos aman el IV pero no sé, yo tengo algo especial por Houses of the Holy.
- Oh dios, creo que te voy a pedir casamiento- Respondió Javier, pero al ver mi cara agregó- Bueno, mejor no a ver si mi prima me noquea.
- Si no fuera porque mi corazón tiene dueña ya estaría sacando turno para el registro civil- Bromeó Gadiel mientras me miraba significativamente.
- Freud decía que detrás de todo chiste hay una gran verdad, no me sorprendería que mañana me llegue una invitación rosa con sus nombres entrelazados- Contesté tratando de que mi primo no notara esa mirada.
- No, el rosa no combina con mis ojos, prefiero el amarillo patito- Se burló Gadiel imitando la voz de una mujer y haciendo ademanes.
Fui hacia la pileta entre risas para lavar los platos pero Gadiel me detuvo agarrando suavemente mi brazo.
- No no no, vos venís para acá, nada de lavar los platos. Estas de invitada en mi casa no de mucama.
- Pero está todo sucio…
- No me importa, ya lo lavaré yo mañana.
- Pero…
- Pero nada, no se discute.
- ¿Alguno de los dos me podría decir en dónde se encuentra el baño?- Preguntó mi primo.
- Caminá para allá, vas a ver tres puertas, es la del medio- Le respondió Gadiel mientras señalaba la dirección en la que tenía que caminar Javi.
- Gracias Gale, y vos Dana, hacele caso, o sino pedile que te pague un sueldo por lo menos- Bromeó mi primo mientras se dirigía hacia el lado de las habitaciones.
- Un personaje tu primo eh- Me dijo sonriente Gadiel.
- Sí, como vos. Yo sabía que se iban a llevar bien.
- No en serio, lo voy a invitar a cenar mas seguido.
- ¿Querés que me vaya y los deje solos?- Dije sarcásticamente.
- Jaja, no, prefiero quedarme solo con vos- Me contestó con ternura mientras se acercaba más.
- Gadiel cuidado con la pierna a ver si te lastimas, tenés que usar las muletas.
- No me cambies de tema ¿Querés?
- Yo no te cambié de tema- Refuté indignada.
- Ay Dana por favor, cada vez que hago alusión a ese tema, salís con cualquier pavada o haces como si no me hubieras escuchado.
- ¿Cuándo hice eso?
- Recién, cuando dije que mi corazón tenía dueña te hiciste la estúpida y cambiaste de tema. No te pido que hagamos como si nunca hubiera pasado nada y que seamos novios o algo por el estilo, pero te pido por favor que si no tengo ni la más mínima posibilidad me lo comuniques porque me estás volviendo loco.
- No es así lo que pasa…
- Ejem, bueno, ejem- Mi primo había vuelto del baño y nos miraba incómodo. Gadiel y yo estábamos muy cerca el uno del otro, nuestras narices casi se tocaban y él parecía que estaba echando fuego por los ojos. Me alejé pero Gale se quedó en la misma posición.
- ¿Querés que te muestre los discos Javi?
- Dale vamos.
Me quedé contemplándolos mientras Gale le mostraba su gran colección de vinilos y cds y dvds, y esas cosas. Por como se reían y hacían chistes y hablaban, parecía que se conocían de toda la vida.
- Che, esta de la foto ¿No es la modelo Samanta Olivera?
- Si.. si, es ella.
- ¿Y qué haces vos con ella en la foto?- Preguntó Javi divertido, pero al ver la cara de velorio de Gadiel borró la sonrisa de su cara.
- Es mi EX novia- Respondió Gadiel dedicándome una mirada fugaz.
- Ah, ¿Y me la podés presentar?- Bromeó mi primo tratando de alivianar el ambiente pesado que se había creado.
- Si hubieras llegado un poco antes te la habrías encontrado.
- ¿Estuvo hoy acá?
- Sí, protagonizando una falsa escena de celos hacia tu prima- respondió amargamente mientras acomodaba “Wish you were here” en donde tenía que ir.
- Estem, bueno yo me voy yendo- Dijo mi primo mirándome inquisitivamente. Probablemente el momento lo había puesto incómodo.
- Yo te acompaño.
- No, vos quedate con Gadiel no te preocupes por mí.
- Voy con vos.
- No la contradigas a la terquita- Comentó Gadiel con una sonrisa triste. Le dediqué mi mejor cara de odio- Yo los llevaría en el auto si no fuera porque ahora es solo una chapa contorsionada y además no podría apretar el acelerador ¿Les llamo un taxi?
- Dale.
Mientras esperábamos el taxi mi primo estuvo haciendo chistes muy estúpidos con tal de que Gadiel no estuviera tan tensionado. Supongo que se sentía culpable porque ahora Gale estaba alicaído.
- Ahí llegó, bueno Gadiel, la verdad un placer haberte conocido.
- Igualmente Javi, otro día vení, con tu prima, a cenar si querés- Le contestó mirándome al decir “tu prima”, dejando bien en claro el mensaje implícito.
Mi primo se dirigió al auto y se sentó a esperarme mientras me despedía de Gadiel.
- Sí, la tenés- Le dije Gale sintiendo la mirada vigilante de mi primo en la nuca.
- ¿Qué cosa?- Preguntó confundido.
- Una posibilidad, la tenés.
- ¿Ah sí?- Volvió a preguntar con una sonrisa de oreja a oreja, aparentemente olvidando su estado anterior de tristeza.
- Sí. Perdonáme que sea tan cortante, es sólo que…
- Shh- Me dijo mientras tapaba dulcemente mi boca con dos dedos- No me importa realmente, vos podés tener tus motivos y te entiendo. Yo sólo quería saber si me podía ilusionar o no- Siguió- Ah tomá, y andá yendo que te va a cobrar la espera.
- ¿Qué es?- Pregunté agarrando lo que me entregaba.
- La llave- Respondió mientras yo abría la puerta del auto.
- ¿De qué?
- De mi corazón- Respondió riéndose mientras el taxi arrancaba.
- ¡Javi!
- Llegué- Saludó mi primo sonriente.
- Hola ¿Cómo estas? Soy Gadiel- Saludó Gale que se acababa de levantar del sillón con mucho esfuerzo.
- Hola, Javier, el primo de Dana- Contestó mi primo mientras estrechaba la mano que mi ex novio le había tendido.
El momento era incómodo. No había mentido en el sentido de que mi primo era pacífico, pero había “olvidado” comentar el hecho de que era muy sobreprotector con sus seres queridos. Podría jurar que ese apretón de manos había sido más apretado de lo normal.
Después de unos minutos en los que Gale y Javier no había hecho mas que mirarse entre sí y sonreír, decidí hacernos un favor a los tres y trate de cortar el hielo.
- ¿Vamos yendo para la mesa?
- Sí dale.
- ¿Pongo la mesa?- Preguntó Gale.
- No, ya la puse antes. Ahí llegó la pizza.
- Agarrá plata de mi billetera, está en el bolsillo derecho de la campera.
- Ahora agarro- Le contesté. Esta vez pagaba yo. Está bien, no era ético aprovecharse de los lisiados, pero ésta era mi oportunidad.
Estuve bastante tiempo con el chico de la pizza porque no había traído cambio y yo le pagué con un billete muy grande, así que dio vueltas por todos los comercios de la ciudad buscando alguien que le cambiara el billete.
- Listo- Dije mientras apoyaba las cajas sobre la mesa y ellos que apenas habían notado mi presencia pararon de hablar instantáneamente- ¿Vi que estaban entretenidos en una charla, de qué hablaban?- El brillo en los ojos de mi primo daba miedo.
- De nada, yo que se- Respondió uno.
- De todo- Respondió el otro.
- Dale, cuéntenme.
- De música- Respondieron al unísono.
- ¿Ah, sí?- Pregunté incrédula- ¿Qué banda?
- Black Sabbath- Respondieron una vez más al mismo tiempo. Se miraron sin poder creer que hubieran respondido lo mismo y Gadiel emitió una carcajada sonora mientras mi primo le golpeaba el hombro. Nunca iba a poder entenderlo ¿Cómo hacía para caerle bien a todo el mundo? Una personalidad magnética hubiera respondido mi madre.
Comimos. Como era de esperar solo pararon de hablar mientras comían, o mejor dicho, devoraban las pizzas.
- ¿Mejor álbum de Zeppelin?
- Todos aman el IV pero no sé, yo tengo algo especial por Houses of the Holy.
- Oh dios, creo que te voy a pedir casamiento- Respondió Javier, pero al ver mi cara agregó- Bueno, mejor no a ver si mi prima me noquea.
- Si no fuera porque mi corazón tiene dueña ya estaría sacando turno para el registro civil- Bromeó Gadiel mientras me miraba significativamente.
- Freud decía que detrás de todo chiste hay una gran verdad, no me sorprendería que mañana me llegue una invitación rosa con sus nombres entrelazados- Contesté tratando de que mi primo no notara esa mirada.
- No, el rosa no combina con mis ojos, prefiero el amarillo patito- Se burló Gadiel imitando la voz de una mujer y haciendo ademanes.
Fui hacia la pileta entre risas para lavar los platos pero Gadiel me detuvo agarrando suavemente mi brazo.
- No no no, vos venís para acá, nada de lavar los platos. Estas de invitada en mi casa no de mucama.
- Pero está todo sucio…
- No me importa, ya lo lavaré yo mañana.
- Pero…
- Pero nada, no se discute.
- ¿Alguno de los dos me podría decir en dónde se encuentra el baño?- Preguntó mi primo.
- Caminá para allá, vas a ver tres puertas, es la del medio- Le respondió Gadiel mientras señalaba la dirección en la que tenía que caminar Javi.
- Gracias Gale, y vos Dana, hacele caso, o sino pedile que te pague un sueldo por lo menos- Bromeó mi primo mientras se dirigía hacia el lado de las habitaciones.
- Un personaje tu primo eh- Me dijo sonriente Gadiel.
- Sí, como vos. Yo sabía que se iban a llevar bien.
- No en serio, lo voy a invitar a cenar mas seguido.
- ¿Querés que me vaya y los deje solos?- Dije sarcásticamente.
- Jaja, no, prefiero quedarme solo con vos- Me contestó con ternura mientras se acercaba más.
- Gadiel cuidado con la pierna a ver si te lastimas, tenés que usar las muletas.
- No me cambies de tema ¿Querés?
- Yo no te cambié de tema- Refuté indignada.
- Ay Dana por favor, cada vez que hago alusión a ese tema, salís con cualquier pavada o haces como si no me hubieras escuchado.
- ¿Cuándo hice eso?
- Recién, cuando dije que mi corazón tenía dueña te hiciste la estúpida y cambiaste de tema. No te pido que hagamos como si nunca hubiera pasado nada y que seamos novios o algo por el estilo, pero te pido por favor que si no tengo ni la más mínima posibilidad me lo comuniques porque me estás volviendo loco.
- No es así lo que pasa…
- Ejem, bueno, ejem- Mi primo había vuelto del baño y nos miraba incómodo. Gadiel y yo estábamos muy cerca el uno del otro, nuestras narices casi se tocaban y él parecía que estaba echando fuego por los ojos. Me alejé pero Gale se quedó en la misma posición.
- ¿Querés que te muestre los discos Javi?
- Dale vamos.
Me quedé contemplándolos mientras Gale le mostraba su gran colección de vinilos y cds y dvds, y esas cosas. Por como se reían y hacían chistes y hablaban, parecía que se conocían de toda la vida.
- Che, esta de la foto ¿No es la modelo Samanta Olivera?
- Si.. si, es ella.
- ¿Y qué haces vos con ella en la foto?- Preguntó Javi divertido, pero al ver la cara de velorio de Gadiel borró la sonrisa de su cara.
- Es mi EX novia- Respondió Gadiel dedicándome una mirada fugaz.
- Ah, ¿Y me la podés presentar?- Bromeó mi primo tratando de alivianar el ambiente pesado que se había creado.
- Si hubieras llegado un poco antes te la habrías encontrado.
- ¿Estuvo hoy acá?
- Sí, protagonizando una falsa escena de celos hacia tu prima- respondió amargamente mientras acomodaba “Wish you were here” en donde tenía que ir.
- Estem, bueno yo me voy yendo- Dijo mi primo mirándome inquisitivamente. Probablemente el momento lo había puesto incómodo.
- Yo te acompaño.
- No, vos quedate con Gadiel no te preocupes por mí.
- Voy con vos.
- No la contradigas a la terquita- Comentó Gadiel con una sonrisa triste. Le dediqué mi mejor cara de odio- Yo los llevaría en el auto si no fuera porque ahora es solo una chapa contorsionada y además no podría apretar el acelerador ¿Les llamo un taxi?
- Dale.
Mientras esperábamos el taxi mi primo estuvo haciendo chistes muy estúpidos con tal de que Gadiel no estuviera tan tensionado. Supongo que se sentía culpable porque ahora Gale estaba alicaído.
- Ahí llegó, bueno Gadiel, la verdad un placer haberte conocido.
- Igualmente Javi, otro día vení, con tu prima, a cenar si querés- Le contestó mirándome al decir “tu prima”, dejando bien en claro el mensaje implícito.
Mi primo se dirigió al auto y se sentó a esperarme mientras me despedía de Gadiel.
- Sí, la tenés- Le dije Gale sintiendo la mirada vigilante de mi primo en la nuca.
- ¿Qué cosa?- Preguntó confundido.
- Una posibilidad, la tenés.
- ¿Ah sí?- Volvió a preguntar con una sonrisa de oreja a oreja, aparentemente olvidando su estado anterior de tristeza.
- Sí. Perdonáme que sea tan cortante, es sólo que…
- Shh- Me dijo mientras tapaba dulcemente mi boca con dos dedos- No me importa realmente, vos podés tener tus motivos y te entiendo. Yo sólo quería saber si me podía ilusionar o no- Siguió- Ah tomá, y andá yendo que te va a cobrar la espera.
- ¿Qué es?- Pregunté agarrando lo que me entregaba.
- La llave- Respondió mientras yo abría la puerta del auto.
- ¿De qué?
- De mi corazón- Respondió riéndose mientras el taxi arrancaba.
3 comentarios:
Jaaaaa dale loco q se lo garche de na vez por todas. asi consiso :P
ah y me olvidaba, CON DETALLES
na igual solo estaba jodiendo, xq re daba joder (?)
pero asi tranc ay romanticon e lindo `^
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