Apenas entré me encontré con toda la banda reunida improvisando alguna canción que yo no conocía todavía, pero sin cantante, porque él venía conmigo.
- ¿Era hora de que llegaras no?- Preguntó Nacho desde la batería.
- Es que tuve que pasar a buscar a Dana- Contestó Gadiel con una sonrisa.
- Ah, ¡Hola Dana!, ¿Cómo estas tanto tiempo?- Me saludó Nacho muy sorprendido de verme- Pensé que te habías ido a dar vueltas por ahí con Samanta y que habías llegado tarde por culpa de ella, perdón Gale.
- Hola Nacho- Dije quizás muy cortantemente.
- Sí, hola Nacho- Afirmo Gadiel con un tono mas cortante que el mío.
Mientras caminaba hacia todos ellos Tiago vino a mi encuentro con los brazos estirados para abrazarme.
- ¡Enana! ¡Cuanto hace que no te veía!- Aunque yo no era una persona muy alta, cualquier persona era enana para Tiago.
- ¿Qué haces hermanito?- Siempre habíamos bromeado irónicamente con que éramos hermanos porque el era lo opuesto a mí.
- Todo bien, acá ensayando. Igual ahora que te veo estoy mejor- Me dijo mientras me guiñaba un ojo.
- Ajajá, si seguro- respondí ante su broma.
- Bueno bueno, ¿vamos a seguir con la telenovela o vamos a ensayar señores?- Preguntó Gadiel ya con el micrófono en una mano y la armónica en la otra.
- Sí mi general- Respondió Tiago. Me estaba dando cuenta de lo mucho que lo extrañaba a él y a todos los demás.
Me fui a sentar al lado de Renata y Marina, las novias de Giano y de Gastón mientras comenzaban los acordes de la primera canción.
- ¡Hola Dana! ¿Cómo estás tanto tiempo?, hace mucho que no venías por acá- Me preguntó Marina, a quien ya conocía hace mucho tiempo.
- Sí hace mucho que no venía, ¿Vos que andas haciendo?- Yo sabía que esta chica no tenía una inteligencia prodigiosa, pero realmente pensé que se daría cuenta después de un año de no verme que no estaba más con Gadiel.
- Nada, lo de siempre. Sigo trabajando en la empresa de mi papá- Era de suponer que no dejaría un trabajo en la que estaba acomodada literalmente- Dana, te presento a Renata, la novia de Gianni.
- Hola, mucho gusto- Le dije a Renata mientras le daba un beso en la mejilla.
- Hola Dana, me hablaron mucho de vos, que bueno es conocerte- Me devolvió el saludo muy amistosamente.
- ¿En serio?- Pregunté muy sorprendida.
- Si, todos me hablaron de vos, sobre todo Gadiel- Supongo que era de esperar que le hablara de la ex novia que seguía loca por él.
Después de la presentación las tres nos pusimos a ver atentamente como tocaba la banda. Ya pasado un rato me detuve a mirarlos a cada uno de los integrantes para ver como habían cambiado.
Nacho el baterista se había cortado el pelo y le quedaba muy bien, nunca me lo había imaginado con pelo corto. Gianni el tecladista no tenía ningún cambio visible, seguía siendo el hombre grande y aparentemente duro por fuera, pero muy blando por dentro que había sido siempre, lo único que noté después de un rato fue que estaba extremadamente enamorado de su novia que estaba sentada mirándolo de la misma forma.
En ese momento sentí una pizca de envidia, pero no porque no quisiera que fueran felices, sino porque me pregunté si alguna vez alguien me miraría de la forma en que él la miraba, me pregunté si alguna vez Gadiel me había mirado de esa forma.
Tiago que tocaba el bajo, estaba como siempre había sido, un chico alto, rubio y de ojos verdes, que enamoraba a cualquier chica que lo viera con su sonrisa picarona y sus ojos que transmitían mucho más que sus palabras.
Gastón el segundo guitarrista tenía un nuevo piercing que había agregado a su colección, daba la impresión de que si no tuviera todos los otros modificándole las facciones, le hubiera quedado muy bien. Pero en lo que mi gusto respecta tanto metal en la cara le quedaba mal.
Por último quedaba el hermano menor de Nacho y el más joven del grupo: Joaquín. Siempre me había fascinado cómo tocaba la guitarra. Se notaba que lo disfrutaba y tenía la particularidad de hacerte sentir lo mismo cuando lo mirabas. Era de esperar que estuviera cambiado ya que estaba en la adolescencia y los varones en general no paran de cambiar en ningún momento durante esa etapa, pero realmente me impresionó cuando ví a un hombre sacándole vida a la guitarra plateada de Joaco. Sus facciones conservaban su expresión de tranquilidad y seguridad, pero eran las facciones de un hombre casi adulto. Tenía la mandíbula ya formada, barba debajo del mentón y había crecido 10 o 15 centímetros desde la última vez que lo había visto.
Todos habían cambiado aunque sea en algo mínimo, aunque parecía ser que no había cambiado mi relación con ellos, y eso me hacía feliz, ya que eran lo mas parecido que tenía a una familia.
- ¿Era hora de que llegaras no?- Preguntó Nacho desde la batería.
- Es que tuve que pasar a buscar a Dana- Contestó Gadiel con una sonrisa.
- Ah, ¡Hola Dana!, ¿Cómo estas tanto tiempo?- Me saludó Nacho muy sorprendido de verme- Pensé que te habías ido a dar vueltas por ahí con Samanta y que habías llegado tarde por culpa de ella, perdón Gale.
- Hola Nacho- Dije quizás muy cortantemente.
- Sí, hola Nacho- Afirmo Gadiel con un tono mas cortante que el mío.
Mientras caminaba hacia todos ellos Tiago vino a mi encuentro con los brazos estirados para abrazarme.
- ¡Enana! ¡Cuanto hace que no te veía!- Aunque yo no era una persona muy alta, cualquier persona era enana para Tiago.
- ¿Qué haces hermanito?- Siempre habíamos bromeado irónicamente con que éramos hermanos porque el era lo opuesto a mí.
- Todo bien, acá ensayando. Igual ahora que te veo estoy mejor- Me dijo mientras me guiñaba un ojo.
- Ajajá, si seguro- respondí ante su broma.
- Bueno bueno, ¿vamos a seguir con la telenovela o vamos a ensayar señores?- Preguntó Gadiel ya con el micrófono en una mano y la armónica en la otra.
- Sí mi general- Respondió Tiago. Me estaba dando cuenta de lo mucho que lo extrañaba a él y a todos los demás.
Me fui a sentar al lado de Renata y Marina, las novias de Giano y de Gastón mientras comenzaban los acordes de la primera canción.
- ¡Hola Dana! ¿Cómo estás tanto tiempo?, hace mucho que no venías por acá- Me preguntó Marina, a quien ya conocía hace mucho tiempo.
- Sí hace mucho que no venía, ¿Vos que andas haciendo?- Yo sabía que esta chica no tenía una inteligencia prodigiosa, pero realmente pensé que se daría cuenta después de un año de no verme que no estaba más con Gadiel.
- Nada, lo de siempre. Sigo trabajando en la empresa de mi papá- Era de suponer que no dejaría un trabajo en la que estaba acomodada literalmente- Dana, te presento a Renata, la novia de Gianni.
- Hola, mucho gusto- Le dije a Renata mientras le daba un beso en la mejilla.
- Hola Dana, me hablaron mucho de vos, que bueno es conocerte- Me devolvió el saludo muy amistosamente.
- ¿En serio?- Pregunté muy sorprendida.
- Si, todos me hablaron de vos, sobre todo Gadiel- Supongo que era de esperar que le hablara de la ex novia que seguía loca por él.
Después de la presentación las tres nos pusimos a ver atentamente como tocaba la banda. Ya pasado un rato me detuve a mirarlos a cada uno de los integrantes para ver como habían cambiado.
Nacho el baterista se había cortado el pelo y le quedaba muy bien, nunca me lo había imaginado con pelo corto. Gianni el tecladista no tenía ningún cambio visible, seguía siendo el hombre grande y aparentemente duro por fuera, pero muy blando por dentro que había sido siempre, lo único que noté después de un rato fue que estaba extremadamente enamorado de su novia que estaba sentada mirándolo de la misma forma.
En ese momento sentí una pizca de envidia, pero no porque no quisiera que fueran felices, sino porque me pregunté si alguna vez alguien me miraría de la forma en que él la miraba, me pregunté si alguna vez Gadiel me había mirado de esa forma.
Tiago que tocaba el bajo, estaba como siempre había sido, un chico alto, rubio y de ojos verdes, que enamoraba a cualquier chica que lo viera con su sonrisa picarona y sus ojos que transmitían mucho más que sus palabras.
Gastón el segundo guitarrista tenía un nuevo piercing que había agregado a su colección, daba la impresión de que si no tuviera todos los otros modificándole las facciones, le hubiera quedado muy bien. Pero en lo que mi gusto respecta tanto metal en la cara le quedaba mal.
Por último quedaba el hermano menor de Nacho y el más joven del grupo: Joaquín. Siempre me había fascinado cómo tocaba la guitarra. Se notaba que lo disfrutaba y tenía la particularidad de hacerte sentir lo mismo cuando lo mirabas. Era de esperar que estuviera cambiado ya que estaba en la adolescencia y los varones en general no paran de cambiar en ningún momento durante esa etapa, pero realmente me impresionó cuando ví a un hombre sacándole vida a la guitarra plateada de Joaco. Sus facciones conservaban su expresión de tranquilidad y seguridad, pero eran las facciones de un hombre casi adulto. Tenía la mandíbula ya formada, barba debajo del mentón y había crecido 10 o 15 centímetros desde la última vez que lo había visto.
Todos habían cambiado aunque sea en algo mínimo, aunque parecía ser que no había cambiado mi relación con ellos, y eso me hacía feliz, ya que eran lo mas parecido que tenía a una familia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario